martes, 14 de agosto de 2007

Obertura a Falkenbach...


Falkenbach nació en 1989, siendo el Alemán Vratyas Vakyas(Markus Tuemmers, ex-Crimson Gates) su fundador y principal músico[otra vez hay que ver cómo da para tanto un sólo hombre!!!!], año donde lanza su primer demo Havamal. Mezclándo elementos folk, himnos y cantos con letras completamente paganas y basadas en mitos vikingos y esa cosmovisión, esta banda demostró desde el principio un denotado rechazo a las creencias del Cristianismo. Sus demos son siete, y ya editados todos, Vratyas Vakyas decidió sacar el primer disco oficial: En their Medh Riki Fara, al cual le asignaremos el próximo espacio.

Instrumentalmente hablando, Falkenbach fusiona acordemente el Black Metal-bien calmado eso sí-, con elementos folk, y ritmos antiquísimos-ritmos paganos de las culturas nórdicas, por ejemplo, la bávara y la céltica-. El suspuesto primer disco tendría por nombre Fireblade, pero la grabación se vió dificultada por problemas de estudio y sonido; por ello el disco se retrasó hasta el tercer mes del año 1996: insólitamente salió bajo el título de En their Medh Riki Fara, grabado en los estudios Blue Horse.

Como muchas veces suele pasar con placas de buena calidad, ésta no fue la excepción, ya que captó la atención del sello europeo Napalm Records, firmando así, contrato con Vratyas. El próximo álbum fue Magni Blandinn Ok Megintiri, el cual consagró a Falkenbach, posicionándolo en el grupo de los selectos cultores del metal pagano, bien conocido como Viking Metal-la fecha más o menos era en Enero de 1998-. Tuvo que pasar alrededor de seis años para el lanzamiento del tercer disco, Ok Nefna Tysvar Ty (3 de Noviembre 2003): una placa más madura, pero que no pierde la escencia del grupo; fue editado por vez primera en Sudamérica, Argentina, por Icarus Music. En Noviembre del 2005 lanza-por el momento-, su último disco: el bien agraciado y esperado Heralding- The Fireblade, grabado anteriormente antes del En Their Medh Riki Fara, pero, como se dijo antes, nunca se terminó por problemas de coordinación entre el ingeniero de la grabación y la falta de equipamiento. Este álbum contenía 10 temas que sí fueron terminados en los estudios Tidalwave.

Durante el 2006, fue lanzado un homenaje llamado Tribute - A Homage to Falkenbach; consta de dos partes, de las cuales hay sólo quinientas copias limitadas por cada una. El trabajo completo contiene 16 temas remezclados por 16 bandas entre ellas Eluveitie, Vinterriket, Hildr Valkyrie, Folkearth, etc.

Su formación de estudio en Ok Nefna Tysvar Ty y Heralding - The Fireblade es:

  • Tyrann - Vocal adicional (Vindsval(Lux), Ordo Draconis, Dregoth, Nibelland)
  • Hagalaz - Guitarras Acústicas adicionales (Vindsval(Lux), Isenheim, Dregoth, Enid, Nibelland)
  • Boltthorn (Michel Spithoven) - Batería (Dreams of Nabid, ex-Enid, Rivendell, Vindsval(Lux) y Abstract Rapture)
Por todo lo anterior, no hay que perderse la primera parte de Falkenbach, empezándo con En Their Medh Riki Fara, y avanzándo luego, con alguna otra de sus magníficas y delicadas composiciones. Por el momento sólo queda relajarse y esperar, aunque la paciencia no siempre sea un don.-



lunes, 13 de agosto de 2007

Immortal: En el corazón del Invierno...


A modo de comienzo, al hablar de Immortal, nos es imposible no sumergirnos en las aguas del Black metal Nórdico.

Entre los años 1990-1991, Abbath en bajo y voz, junto a Demonaz en guitarras, forman Immortal. Hay que recordar que Abbath antes estaba en las filas de Old Funeral y Demonaz en Amputation. Junto con Armaggeda en la batería lanzan el primer demo(Unholy Forces of Evil).

Hay que hacer un paralelo con los discos de Immortal, ya que a su debido tiempo les daré tratamiento a los demás.

Por hoy, dedicaremos este espacio a una creación del año 1999, y ojo!: que Demonaz no estaba en la banda-debido a una tendinitis, la cual, lo más probable, es que se haya producido por la manera de avasallar y machacar los oídos de buena voluntad con sus riffs endemoniados!-, Abbath en bajo, guitarra, voz y sintetizadores[increíble cómo un sólo hombre da para tanto!], junto con Horg en batería, lanzan el At the Hearth of Winter, una placa densa, fría, oscura y nostálgica.

Aunque muchos no lo vean o crean así, la nostalgia de Immortal radica en sutiles elementos, visibles, sobretodo, en Solarfall ( un riff muy tranquilo para venir de ellos), pero, ordenadamente, Withstand the Fall of Time, es un viaje introductorio por la dinámica que se impone a lo largo del disco; Abbath suena claro, seguro, y la letra que acompaña, de todas maneras refleja el sentido nórdico que llevan en la sangre.

Solarfall, con un comienzo marcado y crudo-tanto en la voz de Abbath como en las guitarras-, prosigue a modo de continuación con el tema anterior, siendo el riff pausado lo que baja los deciveles, para luego recordarnos que es black metal lo que suena: con un sólo de guitarra y la voz de Abbath. Tema muy ambiguo al plantearnos una línea de nostalgia que se tergiversa entre la suavidad y la rudeza de las guitarras.

Sin darnos cuenta, otra vez estamos frente a una conexión entre los temas; por que aunque muchos no lo noten, el efecto delicioso de las cuerdas nos advierte que Tragedies Blow at Horizon es más que un simple tema de black; sino que es una entrega íntima que Abbath nos hace de una Noruega bastante triste y gris; además, el acompañamiento del que Horg se hace partícipe, nos envuelve aún más en la magia de las cuerdas y la voz de Abbath, casi al término del tema.

A pesar de la aparente bondad con que los instrumentos han tratado los oídos del oyente, hasta estos instantes, Where Dark And Light don't Differ , nos da a entender que la paz sólo es pasajera. Riffs de guitarras bien crudas, sólidas, una batería marcadamente insistente y cauta-para no asustar a nuestros sentidos relajados por la semblanza melodiosa hasta ahora escuchada en los temas anteriores-, nos dejan más que claro que muchas veces la luz y la oscuridad no se diferencian; Abbath suena seguro de sí mismo, y Horg es un fiel acompañante de las oscilaciones de las cuerdas de Abbath.

En todo caso, el comienzo de At the Hearth of Winter nos previene que una tormenta de emociones nos aplasta con un Abbath limpio y nostálgico en la voz; se nos viene a la mente imágenes de un bosque gris y frondoso, de un día nublado, crudo para vivir en Invierno, en donde podemos mirar hacia el cielo y perdernos en la lejanía de las nubes que lo cubren, para despues poder adentrarnos en una lúgubre Years of Silent Sorrow, donde los músicos nos transmiten más que música: crudeza, y la neblina que reina tanto en nuestras mentes como en nuestros corazones cuando se está abrumadoramente solo; no sólo el título del tema lo dice, si no que se palpa en cada segundo de la canción, en cada acorde que trona, en cada golpeteo de una batería un tanto confusa: el último riff rápido-que de todas maneras está al comienzo-, marca un ritmo especial y acorde al desarrollo de todo el disco.

Llego a una conclusión: el disco no es brutal, pero es parejo. No es áspero pero es crudo: es nostálgico, repleto de emociones encontradas: rabia y soledad, un frío candente tanto en nuestro ser como en nuestros oídos, me hace mirar hacia la profundidad de mi Ser y me susurra al oído que el Back metal Noruego está más vivo que nunca, aunque haya que buscarlo en el corazón del Invierno.-